En estos días podemos afirmar que todo reto que se propone a la joven Alejandra Sánchez Massa es superado con creces. El pasado 23 de abril volvió a sorprendernos quedando subcampeona de España en 10000 metros lisos siendo su debut en pista y segunda ocasión que corría con clavos, liderando la carrera hasta los últimos 400 metros.
Sin embargo, no todo fue un camino de rosas. Ale, como le llaman sus amigos, empezó a correr en un club de su pueblo por el hecho de querer adelgazar, pero esa obsesión provocó que sufriera anorexia. Tras varios meses recuperada del trastorno alimenticio la joven atleta decidió abandonar temporalmente el deporte y dedicarse más tiempo a ella misma.
Ahora cada vez que voy a la pista, voy a disfrutar, no tengo ninguna presión. Cada vez que hay una carrera tengo ganas de ponerme en la línea de salida”.
En septiembre del 2022 Alejandra vuelve a los entrenamientos, pero esta vez que un nuevo entrenador, Ramiro una persona que se ha convertido imprescindible en su vida pues cambió su mentalidad no solo en el ámbito deportivo (en tres meses bajo cuatro minutos su marca en 10km y ganando así mayor confianza en ella misma) sino también en la forma de ver la vida pues según palabras textuales de la atleta: “ahora cada vez voy a la pista voy a disfrutar, no tengo ninguna presión. Cada vez que hay una carrera tengo ganas de ponerme en la línea de salida”.
Y todo el esfuerzo que dedica en sus entrenamientos tienen claros resultados, hasta ahora en todas las carreras que ha participado no ha bajado del podio convirtiéndose así en la gran promesa femenina del club de atletismo destacando su cuarta posición en la San Silvestre Vallecana o tercera posición en la Carrera del Agua.
Queridos lectores, la historia de Alejandra nos muestra verdaderamente los valores del deporte: esfuerzo, disciplina ,humildad ,compañerismo y sobre todo pasión. No perdamos de vista a esta gran deportista en sus próximas carreras como la Gran Media Maratón de Santoña , la Carrera de la Mujer y la Carrera Norte-Sur aunque para Alejandra, ella misma ya ha ganado la mejor medalla: la felicidad.
¡Vamos Alejandra!
- Redacción: Irene Garher
- Fotografía: Irene Garher